¿Botox para el pelo?

Si has pensado en hacerte un tratamiento de queratina para suavizar tu melena y eliminar el frizz de tu pelo, debes considerar lo último en el mercado del estilismo, el botox capilar. Y aunque su nombre te recuerde a las inyecciones de toxina botulínica que se utilizan para atacar las arrugas del rostro, la migraña o los espasmos musculares, este tratamiento no tiene nada que ver con el “Botox original”.

Se trata de un tratamiento muy parecido a la queratina, pero es más rápido y con menos ingredientes fuertes; está elaborado principalmente de silicona y nutrientes. Básicamente rellena la fibra capilar curando los daños a los cuales ha sido expuesta, devolviéndole brillo, volumen y fuerza. Y le llamaron botox capilar por su efecto de mejorar el cabello instantáneamente y devolverle vida. Por eso es muy recomendado para los cabellos maltratados por el sol, los tintes, cualquier procedimiento químico o por el continuo uso de herramientas de calor, como el secador, las tenazas o la plancha.

Este tratamiento consiste de tres pasos y solamente lo puedes conseguir en un salón de belleza profesional. Primeramente se lava el cabello con un champú clarificante especial para eliminar cualquier residuo en la hebra y abrir la cutícula. Con un secador se retira la humedad del cabello y una vez seco se comienza a aplicar el botox mechón por mechón.

Una vez el cabello está saturado de botox se cubre la cabeza con un gorro especial por media hora y luego se aplica agua para quitar alrededor de un 70% del botox. Finalmente se seca el cabello con un secador y se plancha para que el cabello absorba el botox.

Al igual que el tratamiento de la queratina este dura unos tres meses, sin embrago no tienes que usar un champú y acondicionador especial para lavar tu pelo en casa como sucede con el tratamiento de queratina. Otra diferencia es que puedes lavar tu pelo al otro día del tratamiento y no se afecta su efecto.

Inyecciones de Botox para la caída del cabello

Más allá de ser efectiva para tratar las arrugas en diversas áreas del rostro, aliviar la migraña y hasta espasmos musculares, la toxina botulínica, mayormente conocida como Botox, puede ser utilizada para tratar la caída del cabello.

Según indican varias investigaciones, el Botox incrementa la circulación sanguínea hacia los folículos capilares, lo cual estimula consecuentemente el crecimiento del cabello. Se dice que este descubrimiento lo hizo el cirujano plástico Simon Ourian, quien inyectó Botox en el cuero cabelludo de su mamá con el propósito de aliviar los dolores de cabeza que ésta padecía. Para su sorpresa, después de la primera aplicación de Botox, su progenitora no sólo recibió alivio con los dolores, sino que también notó que su cabello estaba creciendo más fuerte, abundante y saludable que de costumbre.

Tras este descubrimiento, este médico estadounidense realizó más pruebas y experimentos durante tres años, llegando a la conclusión de que la toxina botulínica es eficaz para tratar cualquier tipo de caída o alopecia temporal; es decir todas aquellas que no tienen que ver con alopecias genéticas. En otras palabras, si un caballero está calvo por factores hereditarios, el botox no puede hacer el “milagro” de devolverle el cabello, pero si una mujer pierde su pelo por razones de estrés, desbalances alimenticios, cambios hormonales o como consecuencia de una quimioterapia puede beneficiarse del botox.

Sin embargo, muchos médicos no están de acuerdo con el “descubrimiento” del Dr. Ourian, asegurando que no hay pruebas suficientes de que el botox acelera el crecimiento del cabello. En fin, como otros productos, queda a discreción del paciente decidir si trata o no llas inyecciones del botox en su cuero cabelludo.
fuente:pelo.about.com