Los avances en la medicina estética logra que cada vez más sean las mujeres y hombres que se animan a realizarse unos retoques para verse mas jóvenes. Cada vez mas la mirada frente al espejo toma un pepel predominante para sentirse mejor. Si bien me inclino a las recomendaciones de aquellos que proponen tratamientos para lograr una armonía con el ser interior y exterior.Los médicos estéticos ya no hablan de “lifting” sino de reposición de volúmenes o remodelado, técnica que se realiza con rellenos de última generación para devolver la turgencia y tersura perdida a la piel.
Sin necesidad de implantes faciales que nos hagan pasar por quirófano, se pueden modificar o moldear zonas de la cara, como labios, surcos nasolabiales, pómulos y arrugas, empleando pequeñas intervenciones apenas invasivas. Las técnicas de relleno pueden ayudar a mejorar las alteraciones derivadas de la pérdida de volumen en el tejido graso y el deterioro de las fibras de colágeno y elastina de una forma rápida y segura. Las inyecciones de relleno han desterrado al agresivo bisturí que en un santiamén estiraba las arrugas sin precisar la orografía del rostro. La volumetría o remodelling facial, mucho más sutil, es la nueva alternativa que repone y suaviza el volumen y el contorno del rostro.
A medida que pasan los años, el óvalo facial pierde firmeza y se produce en sus volúmenes un desequilibrio. “En la juventud, el rostro, con la piel tersa y firme, posee forma de triángulo invertido, mientras que en la madurez tiende a darse la vuelta, por la pérdida de firmeza”, aseguran los médicos esteticistas.
“Los rellenos dérmicos son un método efectivo que tienen la misión de corregir los surcos de la cara, como el nasolabial o el infralabial, y también otorgar mayor volumen a áreas que lo precisen, bien sean los pómulos o el mentón”, explican.
Su técnica consiste en inyectar gel con efecto de relleno por debajo de la piel. El protocolo comienza poniendo un poco de anestesia local troncular, parecida a la de los dentistas. La volumetría, entendida como la reposición de volúmenes en ciertas áreas del rostro: pómulos, ojos y cuello. También se practica en glúteos, senos y brazos. Se realiza con rellenos faciales de última generación que sirven para devolverle la firmeza y la suavidad perdidas a la piel.
Los rellenos ofrecen resultados inmediatos, “la única molestia es que durante los dos o tres días siguientes a su aplicación puede persistir un enrojecimiento inflamatorio en la zona tratada, que suele desaparecer de forma espontánea”, advierten los especialistas.
Según los que afirman algunos profesionales, la duración del tratamiento varía en función del área tratada y del producto a utilizar, entre nueve y dieciocho meses. “Los geles, fabricados con productos que absorbe la piel, por norma general suelen durar menos en los labios que en los pómulos”, dicen.
UNA ALIADA: LA MESOTERAPIA
Hoy “el envejecimiento se combate con las nuevas técnicas de relleno, que, combinadas con mesoterapia, ofrecen mejores resultados”, sostienen los expertos en estética.
La mesoterapia es un eslabón intermedio entre el tratamiento tópico de los cosméticos y las infiltraciones con materiales de relleno como el ácido poliláctico o la hidroxiapatita cálcica, que sirve para “prevenir y tratar el envejecimiento.
Estas microinyecciones, muy superficiales, previenen y tratan el envejecimiento de la piel, tanto en personas jóvenes de más de treinta años que comienzan a mostrar los primeros signos del paso del tiempo, como en personas de más edad, siempre como complemento de otros procedimientos”, explican.
La mesoterapia es un cóctel de vitaminas, aminoácidos, minerales, antioxidantes, bases nucleicas o argeline -relajante muscular con efecto botox-, que trabajan para estimular las funciones vitales de las células y generar un efecto tensor, de tal manera que la piel recobra la elasticidad y la hidratación perdidas
“De efecto inmediato y progresivo, la mesoterapia, entre sus bondades, cuenta con reparar los daños causados por el sol, hidratar las pieles más secas y regularizar la grasa en la dermis, en definitiva, mantener por más tiempo el propio capital cutáneo en buenas condiciones”, cuenta el doctor Jean Luc Bachelier, vicepresidente de la Asociación Nacional de Medicina Estética en Francia.
La composición de los productos inyectados varía en función del estado de la piel. El doctor Bachelier recomienda “cuatro inyecciones de mesoterapia al año”.
Su protocolo es sencillo. Tras limpiar y desinfectar la zona, se inyecta el producto mediante microinyecciones que “picotean” con agilidad y precisión puntos de interés en rostro, cuello, manos y escote.
Sin anestesia, el doctor Bachelier “aporta directamente a la piel los activos previamente seleccionados y adaptados a las necesidades de la piel y en función de los elementos externos”.
“Si los pacientes son sensibles al dolor, es conveniente aplicar una crema anestésica para mitigar las molestias, y debe hacerse treinta minutos antes”, aconsejan.
Inventada por el doctor Pistor en 1952, la mesoterapia está de plena actualidad y avalada por investigaciones científicas que confirman el impacto de los nutrientes en el metabolismo cutáneo. “Este revolucionario tratamiento se debe realizar con poca cantidad, espaciada, precisa y siempre adaptada a las necesidades de la piel y en función de los elementos externos”, precisa Bachelier.
fuente:esteticalink.com
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